Cataluña supera los casos y ocupación de UCI que Sánchez usó para imponer a Ayuso el cierre de Madrid
Cataluña atraviesa una situación crítica con la pandemia del coronavirus. Además de los contagios disparados, preocupa la ocupación hospitalaria y de las unidades de críticos. La comunidad autónoma supera ya los criterios que en su momento fijó el Ministerio de Sanidad para castigar a Madrid con un estado de alarma ‘a medida’.
El 9 de octubre de 2020, Pedro Sánchez decretó, vía Consejo de Ministros, el cierre perimetral de Madrid. El estado de alarma quedó recogido en el Real Decreto 900/2020, que defendía la aplicación de «medidas más estrictas» dirigidas «específicamente a aquellos territorios o zonas geográficas con mayor propagación». «Todo ello con la finalidad de lograr el mayor beneficio para la salud pública y minimizar el impacto social y económico para el conjunto de la población», alegaba Moncloa.
El Real Decreto fijaba tres criterios para implementar esas «medidas de control» de forma urgente: una incidencia acumulada de 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días; una tasa de positividad en los resultados de las pruebas diagnósticas de infección activa por Covid-19 realizadas en las dos semanas previas superior al 10% y una ocupación de camas por pacientes Covid en unidades de críticos superior al 35%.
Según el último informe del Ministerio de Sanidad, Cataluña presenta en la actualidad una incidencia de 1.184,80 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Muy por encima de la media nacional (677,67) y casi duplicando la de la Comunidad de Madrid (647,74).
Además, la situación en los hospitales es preocupante. El porcentaje de camas UCI ocupadas es ya del 40,05%, según este informe, mientras que la ocupación total hospitalaria se sitúa en el 10,95%. Ambos indicadores son los más elevados de España, y muy por encima de la media nacional, que registra un 14,10% de ocupación en unidades de críticos.
En cuanto a la positividad, ésta también supera ampliamente la media, con un 20,88% de diagnósticos. Madrid, en este caso, se sitúa en el 13,99%.
«Para hacer frente a esta situación, grave y excepcional, y con el fin de garantizar la normalidad, es indispensable proceder a la declaración del estado de alarma. Las medidas que se contienen en el presente real decreto son las imprescindibles para hacer frente a la situación, resultan proporcionadas a la extrema gravedad de la misma y no suponen la suspensión de ningún derecho fundamental, tal y como prevé el artículo 55 de la Constitución», se recogía en el decreto del estado de alarma para Madrid. Aquella declaración afectó a nueve municipios, entre ellos, la capital.
La pasividad de Sánchez
Ahora, Pedro Sánchez deriva toda la responsabilidad en las comunidades autónomas y rechaza endurecer las medidas para contener la quinta ola de la pandemia.
El presidente socialista ha encomendando su gestión a la marcha de la campaña de vacunas, para lograr su objetivo de tener inmunizada al 70% de la población a finales de agosto.
En su gira por EEUU, esta semana, Sánchez se mostró satisfecho por la actuación de su Gobierno durante la crisis del Covid y llegó a afirmar: «Creo que los españoles agradecerán y valorarán muy positivamente lo que hicimos en estos difíciles momentos de nuestra Historia y de la Historia de la Humanidad». Sánchez, cuya imprevisión y deficiente respuesta a la pandemia ha situado a España en cifras récord de contagios y fallecidos, aseguró definirse como «un político que cumple».
La pasividad del presidente socialista ante la crisis sanitaria está encontrando la reacción de algunos de sus socios, como el lehendakari Iñigo Urkullu quien ha aseverado que «la gravedad de la situación» de la pandemia «exige un mayor nivel de ejercicio de responsabilidad». Urkullu ha recordado que ha solicitado al Ejecutivo herramientas para poder adoptar medidas restrictivas con el objetivo de «intentar atajar, contener o cortar de raíz la transmisión comunitaria» no sólo para el País Vasco sino para el conjunto del Estado.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha cargado este viernes contra la estrategia de vacunación y ha afirmado que «la quinta ola es fruto de la falta de acceso a las vacunas». «Si hubiéramos podido poner AstraZeneca a menores de 60 el escenario sería otro», ha señalado. Ruiz Escudero ha calculado en 3,5 millones las vacunas que necesita la comunidad para completar la pauta a su población diana y ha reclamado a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que traiga nuevas dosis.
Desde el Partido Popular insisten en la ley de pandemias, que Pablo Casado ofreció a Pedro Sánchez para que las comunidades autónomas pudiesen adoptar medidas de control más firmes sin recurrir al estado de alarma. El presidente socialista siempre ha rechazado esta propuesta.